lunes, 13 de octubre de 2008

Taller II: Permiso para llamarse chileno

“Después de la gloriosa proclamación de nuestra Independencia, sostenida con la sangre de sus defensores, sería vergonzoso permitir el uso de fórmulas inventadas por el sistema colonial.
Una de ellas es denominar españoles a los que por su calidad no están mezclados con otras razas, que antiguamente se llamaban malas. Supuesto que ya no dependemos de España, no debemos llamarnos españoles, sino chilenos. En consecuencia, mando que en toda clase de informaciones judiciales, sean por vía de pruebas en causas criminales, de limpieza de sangre, en proclama de casamientos, en las partidas de bautismo, confirmaciones, matrimonios y entierros, en lugar de la cláusula: español natural de tal parte que hasta hoy se ha usado, se sustituya por la de chileno natural de tal parte; observándose en los demás la fórmula que distingue las clases: entendiéndose que respecto de los indios no debe hacerse diferencia alguna, sino denominarlos chilenos, según lo prevenido arriba.”
Transcríbase este derecho al Señor Gobernador del Obispado, para que lo circule a las Curias de esta Diócesis, encargándoles su observancia y circúlese a las referidas corporaciones y jueces de Estado; teniendo todo entendido que su infracción dará una idea de poca adhesión al sistema de la América, y ser un suficiente mérito para formar un juicio infamatorio sobre la conducta política del desobediente para aplicarle las penas a que se hiciere digno.
Bernardo O'Higgins Riquelme.


Santiago, el 3 de junio de 1818
En; Gaceta Ministerial de Chile; 20 de junio de 1818.
Fuente: http://www.auroradechile.cl/newtenberg/681/article-2537.html


Para la gran mayoría de la población actual de nuestro país, el ser llamado Chileno es parte natural de lo que representa su identidad como personas y luego como ciudadanos, sin embargo no es un derecho que estuviera desde la formación de nuestro país.
El decreto que nos transformo en Chilenos fue promulgado por Bernardo O’Higgins Riquelme, quién nació en Chillan el 20 de Agosto de 1778, fue político y militar Chileno considerado el padre de la patria, y fue una de las figuras fundamentales de la independencia de nuestro país y de Latinoamérica. Fue el primer jefe de estado y con la proclamación de este decreto habilitó la primera carta de ciudadanía.
Poco después de la batalla de Maipú – aproximadamente setenta días – nació la primera carta de ciudadanía y con la cual pasamos a recibir el nombre y gentilicio de Chilenos, tras la promulgación de este decreto no sólo se reconoció a los forjadores de este país como chilenos, sino también a los aborígenes, mestizos y todos aquellos que nacieron o bien se establecieron en nuestro país.
Si bien muchas de las medidas que tomó Bernardo O’Higgins hoy en día no están vigentes el decreto que nos denomina Chilenos es una de las que ha sobrevivido hasta nuestros días, dándonos una denominación de pertenecía e identidad única.


¿Qué se puede Juzgar del Decreto?
Dentro del contexto histórico en que aparece este decreto, la sociedad Chilena se encontraba profundamente fragmentada entre los criollos – quienes tenían principal antipatía por el Director supremo – y por quienes eran considerados nacionalistas y estaban en contra del régimen monárquico; está división social no sólo afectaba a quienes se habían establecido en Chile, sino también a quienes eran nacidos en nuestro país, esta medida adoptada por O’Higgins no sólo sirvió para unir a quienes se consideraban nacionalistas, sino también como una medida que mostraba a los Aristócratas criollos el pensamiento antimonárquico que comenzaba a reinar en el pueblo Chileno; sin embargo más que lograr una unión permanente en Chile no consiguió captar la simpatía de la nobleza de la época, y del mismo modo el pensamiento patriotista de muchos comenzó a generar algunas dudas con respecto a las intenciones y a las relaciones del Director Supremo con algunas provincias y personeros.
¿Qué se puede comprender del Decreto?
Si bien el decreto no era una medida que estableciera grandes cambios en la sociedad Chilena, con el transcurso del tiempo significo tener un grado de pertenencia al país, lo que con el tiempo se transformó en la base de nuestra identidad.


Reflexión
Para muchos tal vez el tema en sí, de un decreto que nos denomina como pertenecientes a un país puede no ser considerado como un factor trascendental en la historia del mismo, sin embargo – y a mi parecer personal – la identidad de una sociedad constituye la base de su propia historia y de la identificación que tienen las personas tanto con el país, como con su desarrollo.
La identidad nacional nos entrega las herramientas para sentirnos parte de un mundo en particular, parte de una forma de ser y de encarar la realidad en especial, nos hace ver la realidad de un punto de vista peculiar, del punto de vista chileno, del punto de vista de la persona que se enorgullecen de sus raíces, que se enorgullecen de lo que se construye como país. Ser chileno implica amar esta patria y servirle cada vez que se requiera.



Referencia Bibliográfica